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Tacurú

GENTE Tacurú.

Es muy grato publicar esta noticia: Sociedad San Francisco de Sales - Movimiento Tacurú ha seleccionado GENTE como su sistema de liquidación de sueldos y recursos humanos.
Nuestra alegría se origina en la posibilidad de colaborar una vez más con una obra social y más aún cuando esa obra abarca tanto como el Movimiento Tacurú.
Su misión es la promoción integral de niños, adolescentes y jóvenes que habitan en los barrios Marconi, Borro, Unidad Misiones, Unidad Casavalle, Plácido Ellauri y Cuarenta Semanas, entre otros, y de los asentamientos próximos, que se encuentran en situación de pobreza extrema y alta vulnerabilidad.

EL HECHO FUNDANTE DE TACURÚ

Se puede considerar tal a la teoría y práctica pedagógica de Don Bosco (Valdocco – Italia a mediados del 1800). Esta ubica como población objetivo a la "juventud pobre, abandonada y en peligro" y sostiene el criterio de que para ayudarlos hay que conocerlos y comprenderlos.
El Sistema Preventivo, nombre que asigna a su base teórica, plantea como modalidad fundamental la presencia educativa y cotidiana entre los jóvenes, con las siguientes características: Presencia física (comunión en su vida y sus intereses), presencia fraterna ( no autoritaria: "no quiero que me consideren como un superior, necesito la colaboración de ustedes"), presencia activa ( rica en iniciativas pero sin sustituir la responsabilidad del joven), presencia alentadora ( despertando la creatividad) , presencia testimonial ( transparencia en el manejo de los valores por parte de los educadores). El principio supremo del Sistema Preventivo radica en que el joven se sienta querido. Este Sistema Educativo fue trasladado a los más diversos países, siendo valorado como eficaz para todo tipo de jóvenes pero "muy especialmente allí donde no hay casi soporte del entorno familiar".

LOS ORÍGENES

"Tacurú comenzó en el año 1981. La idea surgió en la casa del Noviciado Salesiano donde se formaban, ese año, 18 seminaristas. El Director de la casa era el P. Amílcar Visentini. Desde hacía tiempo se venía hablando en la casa sobre la realidad de los gurises que andaban por la calle vendiendo caramelos, o trabajando como lustrabotas o canillitas, o andando en los carritos. ¿No eran éstos los sucesores de aquellos albañilitos, deshollinadores etc. que leíamos en la vida de Don Bosco, que habían sido sus primeros destinatarios? ¿Y qué estábamos haciendo nosotros los salesianos por estos chicos? Luego de algunos encuentros, fuimos clarificando la propuesta a medida también que íbamos contactándonos con gurises. ¿Cómo hacíamos esto? Teníamos poco tiempo, sólo los miércoles de tarde. Entonces nos íbamos a lugares estratégicos: la salida del Estadio si había partido; la Onda; el Paso Molino, donde en un kiosco se vendían caramelos fraccionados en bolsitas para los carameleros; etc. Nos arrimábamos a los gurises, charlábamos con ellos, les hablábamos de un campamento, nos presentábamos como podíamos, les dábamos una estampita de María Auxiliadora y les pedíamos la dirección. Las respuestas eran diversas pero, en general, positivas. En 1981, a nivel de los jóvenes novicios salesianos surge un proyecto, de cara a la realidad de los niños que trabajan en las calles de la ciudad de Montevideo. Se establece el vínculo con estos niños y se propone una primera meta: realizar un campamento." Extractado del Libro "Tacurú: un sueño hecho realidad".

UNA OPCION

Luego de varios lugares itinerantes: Millán, Buceo y Sayago, en 1985 se está en busca de un terreno. La opción era difícil porque, o se conseguía cerca de Sayago para que siguieran viniendo gurises de diversos barrios, o se optaba por conseguirlo cerca de un barrio, que sería Aparicio Saravia, sabiendo que los otros, tarde o temprano, dejarían de venir. Se evaluaron mucho las diversas posibilidades y finalmente se optó por conseguir un terreno cerca de Aparicio Saravia. Después de varias búsquedas y propuestas se consiguió un terreno en Poncini casi Aparicio Saravia; eran 2 padrones: uno pudo comprarse y el otro fue cedido en comodato precario por la familia Stratta por 10 años. Teníamos un terreno grande, con posibilidad de ampliación, pero sin nada construido, mientras tanto durante 1986 continuamos en Sayago.
1986 – Se explicita el objetivo de "La Casa": es el "lugar a donde se llega a compartir el mate, las alegrías y las penas". Se opta entonces por un espacio ubicado en la cercanía de Aparicio Saravia. Desde el discurso institucional y a partir de las demandas del contexto social aparecen los primeros ensayos que unen en su propuesta la educación con el trabajo: armado de biromes, palillos, adornos navideños.
Se amplían los objetivos estableciendo como exigencia la concurrencia a la escuela.

 

LA INSTITUCIONALIZACION - EL NACIMIENTO DE LA ORGANIZACION

1989 – Primeros convenios con INAME institucionalizando el Apoyo Escolar. 1989 – Tacurú se hace cargo de la Escuela de Oficios Banneux que pasa a llamarse Escuela de Oficios Don Bosco. Ambas actividades suponen el trabajo con equipos técnicos, el desarrollo de actividades administrativas y el acompañamiento de procesos educativos y pastorales. Se distribuyen responsabilidades naciendo así la Organización formal del proyecto. 1992 – Se firma el primer Convenio Educativo Laboral con la IMM – sobre la base de educar haciendo uso del trabajo como herramienta.
Con el convenio de limpieza de locales de bibliotecas; se da la introducción de mujeres a la Casa Tacurú.

Se generaliza el sistema, abarcando a otras instituciones estatales (ANTEL, UTE, Correo, Universidad, CODICEN…) y privadas (AEBU, CONAPAC…), de forma que el total de jóvenes dentro de este proyecto llega a 480 al día de hoy. La gestión institucional se complejiza, se instala en la vida cotidiana de la organización un desafío permanente: integrar en un proceso único realizado por el joven el aspecto "laboral" articulado con el "educativo".
A partir de la nueva realidad las acciones del proyecto se modifican y el imaginario barrial sobre Tacurú es visualizado como un medio para conseguir empleo.
Por otro lado, se plantean interrogantes vinculadas a la situación post convenio, las que llevan – considerando el proceso total del joven – a repensar el trabajo hacia los adolescentes.
Como consecuencia se promueven proyectos que abarquen edades entre los 14 y 16 años: Se reformula el proyecto existente de adolescentes, se ejecuta el de Revaloración del Uso de la Tierra, y se logra instalar una Casa Joven con un carácter más permanente.

Tacurú tiene el respaldo de SAICO.